domingo, 6 de junio de 2010

Michel Houellebecq: Las partícula elementales (1998).

Sorprendente. Un a novela que me ha dejado pensativo, una de esas novelas que me gustan porque me aportan, porque me dejan repasando mentalmente. El giro inesperado, el crescendo final, en parte resumen en parte fuga, que en toda creación larga rige en secreto La novena de Beethoven, te obliga a recapitular, a reconsiderar todo lo que has leído.
Me hartó o me aburrió en algunos puntos el exceso de sexo explícito, pero ha quedado compensado y perdonado, o releído desde el ángulo, desde el desencanto vital desde el que Michel Djerzinski redacta sus Clifden Notes.
Supongo que eso es la novela, crear espejos, reflejar nuestros días o nuestro pasado, darle un sentido extraordinario a la monotonía. esta llenará muchos más, estoy seguro.

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